martes, 15 de marzo de 2016

LOS PLANES DE MEJORAMIENTO COMO OPCIONES PARA ALCANZAR TRANSFORMACIONES EN LA ESCUELA

Frente a los grandes retos y obstáculos que enfrenta la educación en Colombia como: el logro de la calidad educativa, la formación integral de niños, niñas y jóvenes a la luz de la inclusión, los derechos humanos y la diversidad, los bajos resultados de los estudiantes en pruebas externas, la alta deserción escolar, los considerables niveles de reprobación,  el fenómeno del bullynig, la formación docente, la limitada infraestructura física de los centros escolares, los recursos, la participación efectiva de los padres de familia, entre otros,   el diseño y puesta en marcha de los planes de mejoramiento sistematizados, organizados y estructurados, representan una alternativa para el alcance de resultados significativos en aquellos procesos de la escuela que, requieran una intervención y posibiliten la toma de decisiones para su mejora continua .

En este sentido, buscamos dar respuesta al interrogante ¿Qué resultados se evidencian de la aplicación de los planes de mejoramiento como ejes transformadores de la escuela? Aunque a literatura sobre el impacto de la estructuración y ejecución de los planes de mejoramiento en el contexto escolar es reciente y no se contempla una vía única para la mejora,  existen informaciones y datos muy valiosos que destacan a los planes de mejoramiento como estructuras claves para la mejora institucional. Veamos a continuación hasta donde se ha avanzado.

Según el Ministerio de Educación Nacional,  los planes de mejora se definen como:

“el conjunto de metas, acciones, procedimientos y ajustes que la institución educativa define y pone en marcha en periodos de tiempo determinados para que los aspectos de la gestión educativa se integren en torno de propósitos comúnmente acordados y apoyen el cumplimiento de su misión académica” (MEN, 2012, p.1).

Desde esta perspectiva se determina la importancia del trabajo integral y comprometido de las escuelas para el logro de sus propósitos institucionales en el marco de los planes de mejoramiento. Un plan de mejora construido, socializado y apropiado por toda la comunidad educativa garantiza un mayor rendimiento en su proceso de desarrollo  y en su operacionalización.

Por su parte, Cantón (2003) define un plan de mejora así:

Entendemos por Plan de Mejora tanto el documento que lo refleja cuanto el proceso y las acciones que se realizan en un centro, implicando a toda la comunidad educativa para conseguir la mejora de los procesos y de los resultados del centro teniendo en cuenta el contexto y el punto de partida"(p.318)

Se observa en esta definición la pertinencia de los planes de mejoramiento  como el motor para el logro de los resultados en la mejora de escuela, en el marco de la participación y el contexto de la comunidad educativa.  

Poder establecer una definición de mejora es una acción muy compleja, pero indiscutiblemente es una estrategia que los centros escolares deben emprender para proyectarse resignificar su rol formativo. La mejora corresponde a esa capacidad de la escuela para incrementar los aprendizajes de los estudiantes y el desarrollo en general de toda su comunidad educativa en general (Murillo, 2003).

Los primeros pasos para la implementación de los planes de mejoramiento y transformación de la escuela fracasaron por la escasa participación de los docentes y la ausencia de un buen sistema escolar Murillo (2003) se recuerda la fase inicial, emprendida por  el movimiento internacional (School Improvement)  “Mejora de la Escuela” en los años 60. Posteriormente, se propuso la idea de la Escuela como centro del cambio. Según hecho que privilegió la importancia del centro escolar y a sus procesos culturales, No obstante, el interés por profundizar en la pertinencia de los planes de mejoramiento para que contribuyan a la calidad educativa se ha mantenido y los resultados muestran elementos valiosos a considerar.

Fullan (1982) citado en Murillo (2003) propone que los planes de mejora se deben dar importancia a la organización y a los procesos escolares, los resultados se deben tomar como problemas a solucionar por la institución, establecer una metodología cualitativa para la investigación al interior del centro educativo, ver la escuela como una institución dinámica y no como instantánea y centrarse en la cultura escolar. Desde las propuestas de Fullan, es importante señalar el rol de la cultura y la comprensión de que los problemas de la escuela no son del instante y requieren de todo un proceso a largo plazo para su solución, considerando su contexto.

Gairín (2001) citando Cantón (2003) expresa que un tercer momento del movimiento internacional “Mejora de la escuela” se ha centrado en la calidad y la mejora de la escuela, que busca la transformación de la organización de la escuelas para conseguir más calidad y el mejoramiento del logro académico. En este sentido, la calidad se constituye en el fundamento del accionar de la escuela, entendiendo que la calidad exige transformaciones para la eficiencia de toda la estructura escolar, con un amplio compromiso y participación de todos sus miembros.

Sumado a lo anterior, es pertinente resaltar los estudios que se han adelantado por  importantes investigadores en todo el mundo y que aportan un valor significativo a la implementación de los planes de mejoramiento para la superación de problemas en el contexto escolar.  Uno de ellos es el trabajo realizado por Hopkins y Lagerweij (1997) en el cual proponen que la escuela tiene capacidad para aprender, con el apoyo de factores determinantes como: las capacidades de los líderes escolares, la comunicación y la toma de decisiones y la planificación y la evaluación. Todos estos aspectos interactúan de forma dinámica con otros factores, entre los que se pueden señalar la política de innovación de la escuela; las intervenciones del director, el apoyo interno y externo; la estructura organizativa de la escuela; la cultura escolar; la organización educativa de la escuela (currículo y pedagogía); los miembros del equipo docente, sus valores y preocupaciones; los alumnos, sus antecedentes y niveles de desarrollo; los resultados de los alumnos; la escuela a nivel local y nacional; y las condiciones, medios e instalaciones. (Murillo 2003).

La aplicación de los planes de mejoramiento en los centros educativos permite reconocer la capacidad de la escuela para generar transformaciones y cambios desde si misma, a la luz de la sistematización y la organización. Según Coronel (1998) expresa que:

 “Las experiencias sobre mejora escolar, han contribuido a reconocer la capacidad interna de la escuela para la acción, a la escuela como centro de la actividad y procesos de cambio; que dicho proceso puede ser planificado y gestionado a través del tiempo, y que es necesario. (Coronel, 1998, p. 227 citado en Gairín, 2001, p. 4).

Consecuentes con lo anterior, es importante señalar la disposición y compromiso de los directivos y docentes con todo el andamiaje, organización, desarrollo y evaluación de los planes de mejoramiento. En su investigación sobre la evaluación de los centros públicos en Castilla y León. Cantón (2003) destaca que la valoración de la participación de los directivos y docentes contribuyó al mejoramiento de las clases, a los desempeños de los estudiantes, pero sobre todo a la satisfacción personal y profesional por los logros alcanzados.

A manera de conclusión, se pueden anotar diferentes líneas:

Las acciones que ha realizado el movimiento internacional para la Mejora de la Escuela, deja importantes aprendizajes para todas las comunidades escolares. En el caso colombiano, es un aporte significativo para comprender la necesidad de la implementación de los planes de mejoramiento y superar las circunstancias complejas de la educación en el País.

Aunque no existe un consenso sobre la manera de proceder para desarrollar los planes de mejoramiento y asegurar las modificaciones y alcance de las metas que se proponen, los resultados de los estudios representan opciones significativas que se deben implementar. Si resultan positivas, lógicamente se pueden potenciar y replicar; pero si ocurre lo contrario, toca aprender de los errores.






Referentes Bibliográficos


Cantón Mayo, I. (2003). Evaluación de los planes de mejora en los centros públicos de Castilla y León. Revista de educación , 313-351.
Gairín, J. (2001). Los planes de mejora y la satisfacción de la calidad educativa. En La identificación de la calidad de un centro educativo, a través de la satisfacción de los alumnos (pág. 3). Buenos Aires: Docencia.
MEN. (s.f.). Recuperado el 15 de marzo de 2016, de www.mineducacion.gov.co
Murillo Torrecilla, J. (2003). El movimiento teórico práctico de la mejora de la escuela. Revista electrónica sobre calidad, eficacia y cambio en la educación, 3.



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